La sierra de Cazorla, Segura y las Villas, nos ha dejado atónitos con sus bellos paisajes, el agreste de sus sierras, la vegetación abundante y verde, y la cantidad de agua en algunos sitios. Para ser Septiembre había bastante agua en el Rio Borosa, pero por el contrario el Guadalquivir traía muy poca e incluso en su nacimiento estaba seco.
Personalmente he quedado con ganas de volver, aunque cualquier época del año seguro que es perfecta, desde mi punto de vista Mayo, debe ser con diferencia el mejor mes para visitarlo.

Hotel «La Calerilla»
Dia 1: El primer acierto, fue el hotel, que como podéis ver, está enclavado en un sitio idílico Hubo un día que incluso una cabra montesa nos deleitó con su presencia mientras desayunábamos.

Cerrada Utrero
Una vez instalados, realizamos nuestra primera salida que nos permitió conocer la «Cerrada de Utrero» un sitio espectacular, donde pudimos divisar Águila Perdicera y Buitres Leonados. Esta ruta no es ciclable en buena parte de su recorrido, por lo que es preferible hacerla andando. Una vez finalizada, fuimos a visitar diferentes miradores de la zona, el Nacimiento del Guadalquivir (seco) y subimos hasta puerto Lorente que tiene unas vistas espectaculares. Durante el camino nos encontramos unos simpáticos zorritos (no pensarán lo mismo los cazadores,jeje) y nos sirvió para entender que con ésta orografía, las rutas de MTB se pueden poner muy duras a nada que te descuides.
Día 2: Al día siguiente, hicimos la mejor ruta de MTB que haya hecho nunca y dudo mucho que haga otra igual. Lo tuvo todo: paisaje espectacular, subidas largas y pronunciadas

Salto de los Órganos
, bajadas duras y peligrosas, agua cristalina, cascadas, túneles, reventones de ruedas y buena compañía. Hay muchas cosas para destacar de la ruta, pero por enumerar las más impresionantes, diría la Laguna de Valdeazores, el Embalse de Aguas Negras, Los túneles de la central Hidroeléctrica, El Salto del Órgano, El cauce entero del Rio Borosa con sus aguas verdes cristalinas y la Cerrada de Elías.
Es una pena que debido a que el GPS se volvió loco no podamos subir el track. En su defecto, os ponemos el track original que utilizamos nosotros, la diferencia estriba en que nuestra ruta, comenzó un poco más arriba, en el cruce circular, para no tener kilómetros de carretera, y que nosotros hicimos la Cerrada de Elías (merece la pena).

Rio Borosa
Resaltar que tienes que estar en bastante buena forma para hacer esta ruta, porque son muchos kilómetros, en un terreno que no da respiro. Lo más destacable en este sentido es la bajada técnica (muy empinada, estrecha, con mucha piedra y en algunos momentos no ciclable) que va desde los Túneles hasta la Cerrada de Elías. Y que hay que subir el puerto del Calvario (18km) que hace honor a su nombre, porque llega una vez que llevas 40 ó 45 km en las piernas, en nuestro caso además, ya no teníamos comida y menos mal que se encuentra agua para refrescarte y un par de fuentes para beber.
Os dejamos una muestra del descenso desde los Túneles hasta la Cerrada de Elias, que hemos subido a Youtube.
Primer tramo Salto los Organos – Cerrada Elias
Segundo tramo Salto los Organos – Cerrada Elias
Tercer tramo Salto los Organos – Cerrada Elias
Día 3: Al día siguiente necesitábamos un respiro ante tantas emociones, así que decidimos, que descansaran nuestras bicis… a nosotros no nos hacía falta, jeje.

Terraza del Parador Nacional
Así que hicimos unas excursiones cortas a pie, para visitar algunos puntos destacados del parque: Mirador Félix Rodríguez de la Fuente, Parque cinegético, Centro de Interpretación de la Naturaleza Torre del Vinagre. Y por último la ruta que une la Piscifactoria del Rio Borosa con la cañada de Elías (era un trozo que nos quedaba del día anterior) donde pudimos disfrutar de unos baños bien merecidos en esas frías aguas que le sentaron fenomenal a nuestras piernas.
Finalmente decidimos regalarnos unos cafés y unos helados disfrutando de las vistas desde el Parador Nacional y desde el Hotel Coto del Valle, ambos alucinantes. Y probamos por fin la piscina de nuestro hotel que estaba esperándonos con los brazos abiertos.

Rio Borosa
Luego por la noche, aprovechando la «Superluna» íbamos a hacer una nocturna (estábamos fresquisimos), pero mi compañero se rajó, diciendo «tira pa’ la casa, que hay lobos«, jejej.
Día 4: Todo llega a su fin. Nuestras diferentes obligaciones, nos devuelven a la realidad y tenemos que volver a cambiar la bici por el coche y la naturaleza por la gran ciudad. Eso si !!!!!Volveremos!!!!!